Podríamos definir la arqueología como la ciencia que estudia, describe e interpreta a una sociedad del pasado a través de sus vestigios y restos materiales. Una ciencia que, como prácticamente ocurre con todo, ha ido incorporando diferentes herramientas y estrategias para perfeccionar sus estudios con el avance de los años.
Y eso nos lleva al concepto del que vamos a hablar hoy: la topografía. Una serie de técnicas que permiten analizar un terreno de manera detallada y que son de gran utilidad a nivel arqueológico. Por ello, si quieres saber qué es la topografía y cuál es su importancia en la arqueología, estás en el sitio adecuado. No te pierdas lo que tenemos que contarte en esta nueva publicación.
¿Qué es la topografía?
Empezaremos por definir qué es la topografía. Para ello lo más sencillo es ceñirnos a su definición, que según la RAE es la “técnica de describir y delinear detalladamente la superficie de un terreno” y el “conjunto de particularidades que presenta un terreno en su configuración superficial”. Pero… ¿Qué tiene que ver esto exactamente con la arqueología? Te lo contamos a continuación.
El estudio del terreno
Ante cualquier yacimiento arqueológico es importante contar con un buen análisis de sitio. Es decir, disponer de una medición geométrica que esté bien realizada para que así la creación de planos con detalles exactos sea más sencilla. Y esto, a su vez, permite planificar el estudio del terreno de mejor manera y evitar problemas futuros.
Esto es algo posible gracias al equipo topográfico, ya que gracias a sus estudios permiten tener un detalle mayor sobre el registro de datos de un sector. Y, por si fuera poco, también ofrece un registro gráfico final en el que se muestra todo lo que se ha captado de manera muy precisa. Todo esto permite que las intervenciones sobre el terreno se realicen sin inconvenientes y con menores dificultades.
Beneficios de la topografía en estudios arqueológicos
Llegados a este punto es el momento de hablar del máximo beneficio que aporta la topografía a la arqueología. Este tiene que ver con la precisión, un factor clave en cualquier yacimiento de este tipo. Contar con una gráfica detallada del lugar que se va a investigar permite analizar de manera exacta el terreno en cuestión. Y todo queda representado de manera claro, por lo que no quedan dudas sobre el procedimiento a seguir.
Para lograrlo, el equipo topográfico recopila datos importantes sobre cuáles son las dimensiones del terreno, cómo se orienta cada elemento en él y cuáles son sus formas. Así, se pueden obtener datos en profundidad sobre el yacimiento que permiten evitar fallos que puedan llegar a dañar el patrimonio. De este modo, es posible planificar todo el trabajo arqueológico sin comprometer el estado de ningún objeto importante.
Por otra parte, los documentos gráficos aportados por la topografía permiten generar modelos en tres dimensiones y realizar diseños virtuales. Esto es una herramienta de gran utilidad para comprender y mostrar el patrimonio cultural que permanece actualmente en diferentes rincones del planeta.