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Restauración de edificios históricos

En Bados Navarro somos especialistas en la restauración y rehabilitación de edificios históricos. Un tipo de trabajo que requiere de cuidados muy especiales que deben ser realizados solo por profesionales con experiencia. Esto es así debido a que la riqueza histórica y artística de muchas de las construcciones en España es muy grande. De hecho, es parte del legado cultural que nos brindaron nuestros antepasados. 

Y es precisamente por ello que ponerlos en valor es sumamente importante. Sin embargo, no todos los trabajos de restauración y rehabilitación de este tipo de edificios son iguales. Por este motivo vamos a repasar el tipo de actuaciones que existen a la hora de restaurar edificios históricos. Así que si quieres saber más sobre esto, no te pierdas nuestra nueva publicación.

La conservación

En España, como hemos dicho existen una gran cantidad de monumentos y edificios históricos. Y para que estos permanezcan en buen estado, manteniendo así intacto el patrimonio histórico-artístico, es necesario realizar una buena conservación preventiva. De este modo es posible evitar la degradación de los materiales y asegurar la pervivencia del edificio a largo plazo. Por ejemplo, si hablamos de carpintería de armar, aspectos como la impermeabilización de las cubiertas resultan clave como prevención.

Suelos de barro cocido

A la hora de rehabilitar y restaurar edificios también hay que tener en cuenta sus suelos originales, elementos de gran relevancia. Habitualmente estos suelen ser de barro o terracota, que son bastante frágiles si pierden la humedad. En este caso lo recomendable pasa por aplicar productos específicos de protección de manera periódica. Los daños más frecuentes de este tipo de suelos tienen que ver con el desgaste, las fracturas y las manchas.

Estucado

Una de las técnicas más utilizadas durante los últimos siglos es la del estucado, que consiste en utilizar una pasta de cal sobre paredes y techos para obtener un tallado único con una apariencia similar a la del mármol. Además de cumplir una función estética, también impermeabiliza paredes y techos y permiten una transpiración natural. Sin embargo, aunque es muy resistente, deben ser tratados con productos especiales para mantener sus propiedades.

Piedra caliza y arenisca

Con estos materiales el deterioro está relacionado principalmente por las sales que poseen, que pueden llegar a absorber agua si la humedad es elevada para expulsarla posteriormente si esta desciende. Esto puede producir daños a la piedra y hacerla quebradiza. En este caso el trabajo de restauración consiste en averiguar por qué motivo está sucediendo esto y eliminar las causas por las que se está produciendo la situación.

Mármol

En el caso del mármol las principales situaciones que le afectan guardan relación con golpes que les producen fracturas. Lo ideal es volver a adherir el trozo a la estructura mediante resinas sintéticas que le otorgan una gran estabilidad. Debido a que el mármol es muy poroso es necesario evitar el uso de sustancias ácidas y eliminar la suciedad con rapidez, ya que si penetra en sus poros será muy prácticamente imposible acabar con ella.

Tejidos

Para finalizar vamos a hablar también de la restauración de tejidos en edificios históricos. En este caso, los tejidos requieren habitualmente espacios con poca luz en los que la humedad no supere el 60%. Es importante que la temperatura se encuentre entre 10º y 20º centígrados y tener cuidado con los insectos, hongos y bacterias, sobre todo en los tejidos de lana y seda.

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